Designación del disco solar como un cuerpo celestial, ya utilizado en el Imperio Medio. A principios del Imperio Nuevo, Atón se convirtió en una expresión popular y fue rápidamente personificado, y a comienzos de la Dinastía XVIII la palabra pasó a escribirse como un determinante de divinidad. La ruptura para Atón se produjo bajo el reinado de Amenofis IV/Ajenatón, quien le adoró como divinidad única y dudó de la existencia de los demás dioses. Desde el punto de vista de este faraón, Atón era el rey, como demuestra el hecho de que escribiese el nombre del dios en dos cartuchos. El nombre completo de Atón, adaptado en numerosas ocasiones durante el reinado de Amenofis IV, es casi una proclamación dogmática de la existencia del dios. La designación que le dió Amenofis IV cuando accedió al trono fue 'Que Re-Harajty, quien se regocija en el horizonte en su nombre de Shu, que es Atón, viva!'. En versiones posteriores del nombre desaparecen las menciones a otros dioses. En su origen, Atón se representaba como un hombre con cabeza de halcón y con el disco solar con la serpiente uraeus. Sin embargo, a partir del segundo año del reinado de Amenofis IV sólo se representaba el disco solar propiamente dicho, con numerosos rayos de sol que acababan cada uno en una mano. En ocasiones, algunas de estas manos estaban cogiendo un signo-anj frente al rostro del rey y de su familia. Las oraciones e himnos a Atón nos han llegado a través de las tumbas de El-`Amarna, donde sustituían a los textos funerarios habituales. El más conocido es el llamado Gran Himno de Atón, cuyo autor fue aparentemente el propio faraón y que fue inscrito, entre otros, en la tumba de Ay, en Ajetatón. El himno elogia la gloria de Atón como manifestación de la belleza de su creación y aunque los temas no eran nuevos, ellos los utilizaron en ese momento sin alusiones mitológicas. Se ha demostrado que el texto del himno tiene mucho en común con el Salmo 104 de la Biblia. Tras la muerte de Ajenatón y el abandono de Ajetatón, los templos dedicados a su dios fueron desmantelados y sus piedras se utilizaron como material de construcción en otros templos.