Papiro funerario de Jonsu-mes

El Libro de los Muertos, que aparece por primera vez durante el Imperio Nuevo, es una transformación de los Textos de los Sarcófagos del Imperio Medio, que a su vez lo son de los Textos de las Pirámides del Imperio Antiguo. Desde finales de la Dinastía V los reyes hacen grabar en las paredes de la cámara funeraria de su pirámide textos que debían ser recitados durante el funeral y que debían asegurar una vida tras la muerte al soberano. Durante el Primer Período Intermediario muchos de esos textos fueron usurpados por personas ajenas a la realeza y, añadidos a otros textos, fueron pintados en sus sarcófagos rectangulares de madera. Cuando, durante el Imperio Nuevo, el sarcófago se convirtió en antropomorfo, se escribieron los textos funerarios (sólo en parte idénticos a los Textos de los Sarcófagos) en rollos de papiro que se colocaban en el interior del ataúd. Junto a esta costumbre, apareció en la Dinastía XXI una serie de papiros que se conocen como "papiros mitológicos". Su característica principal es que los textos se ven remplazados por los ilustraciones. Estas ilustraciones derivan de las viñetas que acompañaban a los capítulos del Libro de los Muertos. Uno de los más bellos ejemplares de estos papiros es el de Jonsu-mes. Las ilustraciones comienzan por el lado derecho, en donde se encuentra el título del libro: "El libro del que está en el mundo funerario". Las imágenes de este libro son de gran calidad y belleza. El hombre que hizo hacer este precioso papiro no es un desconocido. Su sarcófago se conserva en Marsella, al igual que el de su esposa, cuyo papiro funerario se encuentra en la Biblioteca Nacional de París. El sarcófago de su hija se encuentra en Copenhague y su Libro de los Muertos en Londres. Gracias a estas fuentes se sabe que Jonsu-mes no era sólo archivero en jefe, sino que, entre otros cargos, desempeñaba el de jefe de los talleres de los orfebres, jefe de todas las actividades constructoras y señor de los obreros del templo.