Los gobernantes mejor conocidos de esta dinastía fueron, por orden de sucesión, Userkaf, Sahure, Neferirkare, Nyuserre, Dyedkere y Unas. Estos reyes estuvieron especialmente vinculados con el culto al dios-sol Re. Algunos de ellos construyeron templos al Sol en Abu Gorab y Abu Sir, donde también se situaban sus pirámides. En Abu Sir, se ha documentado también el papiro con inscripción más antiguo conocido hasta ahora, relacionado con el culto funerario de Neferirkare. El hecho de que cargos de importancia, como el de visir, no continuaran siendo ocupados por familiares del rey, sino por funcionarios, fue un elemento importante para el desarrollo político de Egipto. Estos funcionarios fueron recompensados con tierras, en principio sólo en usufructo. Dado que los cargos se hicieron más tarde hereditarios, las tierras pasaron gradualmente a manos privadas y se creó el status de terrateniente que poco a poco se hizo independiente. Un aspecto importante desde el punto de vista religioso es que unas fue el primero en inscribir los Textos de las Pirámides en su tumba de Saqqara.