Los textos médicos revelan que los egipcios sabían que el latido del corazón (llamado 'hablante') podía disminuir en varias partes del cuerpo. De acuerdo con los papiros, el movimiento de los miembros era regulado por el corazón. Es improbable que supieran que éste es el órgano que bombea sangre a través del cuerpo, aunque sin embargo eran conscientes de que el corazón era el órgano más importante, pues pensaban que en él residía la sabiduría, la memoria y las emociones. El mito de creación menfita, por ejemplo, dice que Ptah concibió la creación del mundo con su corazón. Al ser un órgano tan importante, permanecía en el cuerpo durante la momificación y si se había retirado en un principio, se volvía a colocar de nuevo. Sólo en épocas más antiguas se sustituyó a veces por un corazón de imitación, como se sugiere en uno de los Textos de las Pirámides del Imperio Antiguo. Es incorrecta la idea generalizada de que el escarabeo de corazón fue concebido para reemplazar al corazón extirpado. Los egipcios también temían que el corazón pudiera perderse o ser robado en el Más Allá; las fórmulas del Libro de los Muertos se idearon para evitar ésto. Las representaciones del Tribunal Divino del Libro de los Muertos muestran la escena del pesaje del corazón del difunto, que tiene como contrapeso una pluma que pertenece a la diosa Maat o a la verdad. Cerca de la balanza está sentado el monstruo Ammut, preparado para tragarse el corazón si el resultado es negativo, causando así al difunto 'la segunda muerte'. Al difunto se le da un escarabeo de corazón para ayudarle en el momento crítico del juicio y para evitar que el corazón consiga un resultado negativo.