En los textos egipcios es muy frecuente la expresión ' maa-jeru', que se traduce por 'justo de voz' o 'justificado'. Este término aparece por primera vez en el juicio de Horus (en algunos textos Osiris) y Seth, que terminó con el veredicto de que Horus era el legítimo heredero del trono. Los jueces decidieron que su testimonio ('voz'), era 'justo', verdadero. Tambien se piensa que en los Textos de las Pirámides del Imperio Antiguo la voz del juez era la que decía 'lo justo', la verdad. Como personificación de Horus el rey vivo era tambien 'maa-jeru' con el significado de 'legítimo', 'victorioso'. Sin embargo, el término aparece más frecuentemente después de los nombres de las personas fallecidas, sobre todo a partir del Imperio Medio. Éstas tambien habian salido victoriosas sobre sus enemigos ante el tribunal, y en el juicio final ( capítulo 125 del Libro de los Muertos) su confesión de que no habían pecado era reconocida como verdadera. El término también indica que habian superado el juicio y que habían sido admitidas en la vida del Más Allá; por esta razón, algunos investigadores prefieren traducir 'maa-jeru' como 'bienaventurado'. Ocasionalmente el término aparece tras el nombre de personas vivas, lo que podría interpretarse como un deseo para el futuro.