Nombre de la gran puerta de entrada a los templos, que consiste en un acceso flanqueado por dos grandes construcciones trapezoidales. En ocasiones hay en su interior habitaciones y escaleras cuya función no está muy clara. En la fachada de los pilonos había surcos cuya función era la de sujetar mástiles de bandera, tal y como aparece en las antiguas representaciones de pilonos. Por lo general, en las fachadas de los pilonos también había escenas en relieve, que servían para demostrar el poder del rey; una escena en la que aparecía golpeando a sus enemigos era muy popular. Esta actividad era considerada por los egipcios como una de las obligaciones esenciales del rey, que estaba obligado a conservar el orden cósmico (Maat). Debido a que todo el templo era considerado un símbolo del mundo, los muros exteriores próximos a la entrada, la zona de transición entre el 'caótico mundo exterior' y el mundo creado, eran el mejor lugar para situar una representación de la victoria sobre las fuerzas del caos. El pilono del templo también estaba relacionado con la creación y por distintas vías, el templo con el cosmos; por ejemplo, debido a su forma, el pilono se asociaba con las dos colinas del horizonte por entre las cuales nace el sol cada día. También se sabe que el templo era interpretado como una imagen de la colina primigenia, sobre la que apareció el dios creador para comenzar su labor. A un nivel mítico, las dos torres del pilono también eran identificadas con las diosas Isis y Nefthys, cuya función era asistir al sol en su nacimiento, de igual modo que asistieron a Osiris en su resurrección. Los templos más grandes poseen varios pilonos. El templo de Amón en Karnak, por ejemplo, posee no menos de una decena de esas construcciones. El espacio entre los muros de un pilono por lo general se rellenaba con escombros que, a menudo, incluían bloques de templos más antiguos desmantelados. Un ejemplo de esto último es el llamado 'talatat', bloques provenientes de las construcciones de Amenofis IV/Ajenatón.