El contraste característico de este pájaro, entre el plumaje blanco del cuerpo por un lado y de la cabeza y las plumas de la cola azules - negruzcas por otro, está aquí claramente señalado: la cabeza finamente cincelada y la cola están realizadas en bronce verde negruzco, mientras que el cuerpo está hecho de madera cuidadosamente pulida y originariamente cubierta de dorado, como lo testimonian algunos restos en la cola. Los ojos rojos del ibis son una inscrustación de jaspe; las patas están esculpidas en madera, a continuación cubiertas de estuco y pintadas de negro.