En Egipto el culto que tenía lugar en el Templo fue siempre un acontecimiento de Estado. El rey era quien realizaba los rituales en cada templo y debido a su naturaleza divina era el único que podía relacionarse con los dioses. Los relieves de los templos nos muestran qué se hacía y cuales eran los textos que se recitaban durante los rituales, siempre representando al rey en su papel divino. El era el que llevaba ofrendas a los dioses y dirigía los rituales. Durante los días de fiesta él mismo realizaba los actos, pero en la práctica diaria los sumos sacerdotes le sustituían y actuaban en nombre del rey en la realización de los ritos. El templo era la casa del dios, el cual vivía en su santuario y los sacerdotes eran sus servidores. El culto a la estatua divina se hacía en una capilla, dentro del santuario que se hallaba en la parte más recóndita del templo. Cada mañana el dios era despertado con himnos, lavado, vestido, perfumado y adornado con coronas de flores. Cada ritual se realizaba para mantener el orden de la creación, "Maat". Todo dependía de dicho orden, no solo el curso del día y de la noche, sino también las estaciones, la llegada de la inundación, el orden social y étnico. La gente del pueblo no podía entrar en el santuario y solo se les permitía acceder al patio abierto donde "las plegarias de los dioses y de los hombres eran oídas". Aquí los particulares podían depositar sus ofrendas votivas. En algunas fiestas la estatua del dios abandonaba el templo y era sacada en procesión a hombros por los sacerdotes. La estatua colocada en su naos a bordo de la barca procesional, que también se guardaba en la capilla. El culto en época de Ajenatón, en Ajet-atón (El- `Amarna) era muy diferente y se retornó a la adoración de Harajte en el templo solar de Abu Gorab (Imperio Antiguo). El culto del dios Atón tenía lugar al aire libre y era dirigido a su imagen en la tierra, el faraón Ajen-atón. En las colecciones de los Museos hay muchos fragmentos que proceden de templos, así como objetos de culto, estatuas de dioses y estatuas con la representación del rey llevando ofrendas.