Dibujos, bocetos y proyectos de relieves se realizaban a menudo sobre trozos de caliza. La calidad y el tamaño excepcional del ejemplar de Viena permiten suponer que estaba destinado a una tumba del Valle de los Reyes. El rey lleva el nemes con la uraeus en la frente, rematado por la corona-atef. Esta está compuesta de una corona de cañas, cubierta por una cabeza de carnero con un disco solar (una representación de Amón), cuernos de carnero, plumas de avestruz y uraei cubiertas por cuernos y discos, que representan a las diosas del Alto Egipto y del Bajo Egipto. El rey sostiene en la mano el cetro y el flagellum. El dibujo original en rojo está corregido con rojo oscuro.