Los egipcios usaban a menudo el hueso para realizar (pequeños) objetos; los objetos de hueso son conocidos desde el periodo Neolítico. Este material era abundante y fácilmente asequible y además tallarlo era sencillo. Se abastecían de puntas afiladas (usando espinas de pescado de estas características naturales) que se utilizaban como agujas o alfileres, como leznas y otros utensilios con mango, como puntas de flecha y de arpones. También se realizaban en hueso cuentas, pequeños objetos de joyería como anillos y artículos de tocador como peines y tarros para maquillaje.